lunes, 29 de abril de 2013

El (re)Nacimiento de Venus

El Nacimiento de Venus es una de mis obras favoritas de la historia, no sólo del renacimiento. Es de esas manifestaciones artísticas que cuando las ves te producen una sensación de plenitud, de estar viendo la obra más bella del mundo.

Para darles un poco de información acerca de la obra; su autor fue el renombrado pintor renacentists Sandro Botticelli, proveniente de Italia. Este hombre fue un ente muy importante para lo que fue esta etapa en la historia, con lo que respecta al arte, claro.

Botticelli realizó esta obra con técnicas realmente impresionantes y muy naturales, que al apreciar la obra hasta podríamos decir que estamos viendo una fotografía. Lamentablemente, yo en lo personal no he tenido la oportunidad de verla en vivo y directo, pero conozco personas que sí lo han hecho y me cuentan que la obra simplemente te deja sin aliento.

Pero, además de ser una obra bellísima para mostrar el talento del artista, es una obra que tiene unas cuántas historias detrás. Existen varios ensayos y análisis de la obra y de los personajes que allí se presentan. Después de buscar en varios lugares, encontré un análisis que daba prácticamente en todos los puntos de los cuales quería saber.

Por ejemplo, nos dice que en la obra se pueden apreciar a Venus en el centro, con una belleza indescriptible y una simetría casi perfecta, que hace que los demás personajes no tengan tanta importancia pero que tampoco la pierdan en su totalidad. A la derecha podemos ver a Flora, que simboliza la primavera y la alegría de que Venus, una mujer tan bella y que simboliza cosas tan importantes como el amor y la belleza, esté naciendo.
Otro personaje es el de Céfiro, dios del viento y también enlazado con el alba de la mañana, y según el mito, Venus nace una mañana soleada y con brisa, y aquí es donde entra Cloris, diosa del viento.

En fin, existe un sinfín de relatos y curiosidades de la obra que la hacen ser más bella de lo que ya es, aún si uno no sabe absolutamente nada de ella. Botticelli trabajó con todo su talento para crear una de las obras más importantes e icónicas del renacimiento, dejando para el mundo una vista esplendorosa de un mito que el quiso exolicsr de forma completamente majestuosa.