El expresionismo es un movimiento artístico que, como su nombre lo indica, se enfoca en expresar los sentimientos y los estados emocionales a través del arte. Éste movimiento surge en Alemania a principios del siglo XX. Se desarrolló junto con el fauvismo francés, por lo que los dos pasan a ser parte de las "vanguardias históricas". Se caracteriza por la deformación de la realidad y la subjetividad de las obras.
Ahora que ya tenemos claro lo básico sobre este concepto, empezaré a hablarles de otro de mis pintores favoritos en la historia. Edvard Munch.
Edvard Munch fue un pintor alemán/noruego nacido el 12 de diciembre de 1863 en Loten. Sus evocativas obras sobre la angustia influyeron profundamente en el expresionismo alemán de comienzos del siglo XX.
En sus obras podemos ver su desesperación, sus tristeza, su alegría, depende de su estado de ánimo. Por ejemplo, su obra más famosa, El Grito. Que al verla nos trasmite esa necesidad de querer gritar, de frustración por alguna cosa.
Podemos observar esto en la forma de sus trazos, que se mueven y se ondulan con un sentimiento de tristeza, el rostro caído de la figura principal, que le da nombre a la obra, los colores fuertes que representan quizás enojo o frustración. Todo esto nos lo trasmite Edvard Munch en un lienzo de apenas 91 cm x 74 cm. Realizó cuatro versiones de esta obra, la más famosa se encuentra en la Galería Nacional de Oslo, Noruega. Y otra de las más conocidas se encuentra en el museo de MoMa en Nueva York, Estados Unidos.
Escogí a este pintor ya que es uno de los grandes exponentes del expresionismo, sí bien hay muchísimos más, me parece que es uno de los más conocidos y con el que mejor podrán hacer referencia para investigar sobre este movimiento artístico.
El Grito, de Edvard Munch. |
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